* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

sábado, 15 de marzo de 2014

1/2 marathon Frankfurt 2014. Segunda parte

Una hora y veintisiete minutos de esfuerzo y felicidad.

Recordarán mis queridos lectores surrealistas la pelea con mis "Angelines" de hace un par de semanas, cuando sinceramente llegué a pensar, muy a mi aragonés pesar, que no estaría en condiciones de participar en la carrera. Pero finalmente, gracias a mis fresas y mandarinas, el cuerpo Serrano se recuperó y el domingo pasado pude presumir de zapatillas voladoras y cruzar la línea de meta después de esa hora y veintisiete minutos.

Y les juro que, sí, hice los 21,097 km enteros.

No vean lo feliz que fui durante todo el recorrido y al cruzar la línea de meta: la música, los aplausos, las fotos, la megafonía, la emoción, los corredores, la bandera española, los amigos, los abrazos. Fue todo una mezcla de sensaciones que, sinceramente, superó con creces las penas y lamentos previos.

Para siempre quedará grabado en la retina de este españolito perdido en Alemania... del Este, ese momento Teufelcillo y amiga españolita expatriada, ambas dos, bandera española en mano y a todo pulmón:

- ¡¡¡España, España, España, España !!!-

El cansancio ya había empezado a hacer mella y, sinceramente, uno ya llevaba un rato oteando entre el público buscando una inyección de ánimo. Cuando de repente las vi, o mejor dicho las oí, mi cara cambió de gesto. Las fotos son prueba de ello. Ni esbozar, ni nada, me reí en condiciones al verlas ondeando la bandera. Me dio un subidón de alegría que no vean. Hasta grité brazo en alto:

- ¡¡Uno veinticuatro!! ¡¡Uno veinticuatro!!.

Ya saben, 1h 24' era mi objetivo inicial y, oigan, que en ese punto del recorrido (kilómetro 10) hasta pensé que sería posible. Mi velocidad crucero todavía se mantenía constante a 4min/km. Pero, no, conforme seguí avanzando, observé que mi cuerpo se ralentizaba; incluso en algún momento pensé que no avanzaba.

- Venga va, un poquito mas rápido, que parece que vas pisando huevos...-. 

En ese mismo instante mandé a freír monas a mi subconsciente y me dije a mi 'selbst':

- Óscar, ¡disfruta!-. Y disfruté.

El sol, la gente, los voluntarios, las calles de Frankfurt, la sensación de libertad, los comentarios de ánimo de mis queridos lectores surrealistas que, días antes, me habían llegado a través de este blog. Todo pasó por mi cabeza:

- Mi tercera media maratón seguida en Frankfurt. Tres años de expatriación. ¡Qué fuerte!. Quién me lo iba a decir a mi... ¡Alegría!-

Cuando de repente, avisté a lo lejos el Commerzbank Arena y mi espíritu aragonés se vino arriba, produciendo una reacción en cadena en forma de aceleración del ritmo de carrera. Las piernas no daban más de sí, pero de alguna manera conseguí convencerlas para que se movieran más rápidamente. Por un momento pensé que iba levitando.

- ¡No siento las piernas!- (uy esto me ha quedado muy Rambo).


Digamos que el Commerzbank Arena no se llenó del todo, pero y qué más da...

La levitación final me tele-transportó hasta la línea de meta con un agotamiento total y absoluto. No te tiras al suelo porque no te dejan.

- Venga, circulen, sigan avanzando...- 

Miré a a la gradas en busca de mis queridas Teufelcillo y españolita expatriada, pero no estaban. ¡Qué raro!

Resulta que entre el tráfico de Frankfurt, y las calles cortadas por la carrera, habían llegado cinco minutos tarde y se perdieron la entrada triunfal de este gladiador romano (ida de "Topf").

No vean qué desilusión, más por ellas que por mi, porque uno ya estaba feliz y agradecido, por el simple hecho de haberlas visto en ese puntó mágico (km10) en el río Main. Nos tomamos unas cervezas juntos y volvimos a casa cantando a todo volumen en el coche, rebosantes de felicidad.


Momento coche siempre así. 

Ya en casa de Teufelcillo y Pedro, disfrutamos de un sol espectacular, y de la primera paella del 2014.

De verdad, por un momento me pareció encontrarme en España con mi familia. Esos estandarizados domingos soleados, con mi cuñado haciendo la paella manchega, los potrillos salvajes jugando al ping-pong, mi progenitor protestando por algo, mis hermanos de charla dominguera, y uno leyendo el periódico en la piscina...

Al momento volví a la realidad -una gota de aceite de la paellera saltó a mi brazo- y me di cuenta que, aunque el decorado era distinto, los personajes de esta mi nueva realidad, sin serlo, eran también como parte de mi familia. Y como en ese momento sonaba "Siempre así" (Teufelcillo es la fan número uno de este grupo andaluz), pues nos pusimos de nuevo a cantar a todo grito y desentono, mientras continuamos brindando con las mejores burbujitas independentistas catalanas: por el cumpleaños de Pedro, por España, por el 1h 27', por la paella, por nosotros, por el sol, por... ¡siempre así!.



El lunes regresé a mi querido pueblecillo de Alemania... del Este, rebosante de energía plus plus y con una frase en mi cabeza que me encantó:

¡Quién quiere llegar el primero a la meta, pudiendo elegir disfrutar un domingo así!.

Pues sí, pero, ¿saben qué?. Que el año que viene, Dios mediante -esta frase la decía mucho la madre que me parió- o lo que es lo mismo, si Lola y Murphy están de acuerdo, volveré a estar en la línea de salida luchando por el 1h24'. ¡Viva Aragón!.

Hasta entonces, anda que no habremos compartido historietas en este indiscreto blog...

Buen fin de semana (1h27') y a disfrutar del sol, lo vean o no.

2 comentarios:

  1. Copiloto de Teuf en el rally "Commerzbak Arena-ya veremos dónde por el Main-Commerzbank Arena"15 de marzo de 2014, 5:14

    ¿Cómo que el año que viene 1h 24'?! El 1.24 te lo haces este este año, que para eso te lo has marcado de objetivo! El año que viene quedamos que la "corremos" juntos, pero con las cervezas por el camino, no al final. ¡Que animarte es mucho más agotador que correrla! Es decir, kein uno como primera cifra...

    Teuf, ¿has oído? ¡¿Así cómo me voy a sacar esa canción de la cabeza?! :)

    ¡Besos a los 5!

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