* La guía perfecta para no entender la vida de un expatriado, pero pueden intentarlo...

martes, 19 de marzo de 2013

Los Alpes: Salecrem

Continuando con nuestra particular andadura por Los Alpes, les invito a tele-transportarnos todos juntos a Suiza, en concreto a la pequeña localidad de Chur. En este lindo pueblo alpino, muy cerquita de Maienfeld, sí, la localidad que vió saltar y correr a Heidi (por lo menos en la cabeza de su autora Johanna Spyri), tuvo lugar mi segundo y surrealista SW (Skiing Weekend), pero esta vez sin Management y sin el Teufelcillo y San Pedro.

Todo surgió así: Mi mexicana favorita -¿se acuerdan de los padrísimos con la mega terraza en Erfurt?- me comunicó que se iba a esquiar a Suiza con unos amigos. Este españolito tuvo el típico ataque de Google Maps en el último 'Minute' y descubrió que el destino alpino en cuestión se encontraba, y se sigue encontrando, a mitad de camino entre mi querido pueblecillo de residencia -espero que a estas alturas del blog, ya sepan todos ustedes dónde vivo- y un pueblucho costero de Italia donde, caprichos de Murphy, tenía que desplazarme por motivos de trabajo.

Esta vez no fue necesario el típico 'brainstorming' interno con uno 'selbst' para analizar pros y contras. Vivan las decisiones impulsivas: esquís, carretera y manta.

Imagínense las vistas desde el parapente. Espectacular!

El viaje laboral OK, gracias, pero lo mejor estaba por llegar. De regreso de Italia, me di un auténtico baño de glamour en Milán por la mañana; comí a orillas del lago Como al mediodía; y dormí en un precioso hotel con encanto en Lugano por la noche. Google Maps, I love you!

Milán: Galleria Vittorio Emanuele II (primer rey de Italia)
Callejeando por Milán. Tranvía siglo XXI
Lago de Como: 146km2 de extensión y 416m de profundidad. 
Lugano: Hubiera parado el tiempo viendo este atardecer.

El sábado por la mañana por fin aterrizaba en Chur, casi con los esquís puestos, y listo para dejarme deslizar por las laderas de la muy recomendable, aunque cara, estación de Laax. Qué felicidad!

Mi teoría sobre la órbita solar tiene excepciones, y Chur debe de ser una de ellas, porque el Astro Rey nos acompañó durante todo el fin de semana, de principio a fin, y ya de paso nos regaló unos cuantos rayos en máxima perpendicularidad. Esa caricia natural del sol en la piel no se paga ni con todos los "euros, euros, dubidú" que pueda haber, legal o ilegalmente, en los bancos suizos. Bueno, realmente sí se paga, que las agencias de viaje viven de ello, y la economía española, en parte, también.

Este españolito, que todavía sigue luchando a día de hoy con el idioma de Goethe, tuvo que aguzar bien los oídos para entender el mugido de las vacas suizas. Nunca olvidaré a ese camarero autóctono que, al pedirle un simple café, nos replicó con un: ¿Salecrem o Salecram ? -pues me lo ponga con Salecrem, por ejemplo- y mi mexicana favorita con cara de: ¿Pero qué nos ha dicho? 

Esquiamos de lo lindo, como niños con botas nuevas, pero como se podrán imaginar ustedes, queridísimos lectores surrealistas, no estuvimos solos. Nos acompañó el omnipresente esquiador alpino por excelencia: 'Willy', alias el Peras, en esta ocasión también jaleado por su amigo 'El Petacas'*.

* 'El Petacas': 3/4 chocolate, 1/4 ron.

Entre 'El Petacas' y 'El Peras' acabamos con un grado de felicidad tal que, claro, no había manera de enlazar dos giros seguidos, a la par que mi mexicana favorita, mega flor rosa en el casco, gritaba dulcemente aunque con un leve grado de desesperación: Espérenme, espérenme, por favor!

Si beben, no conduzcan, y por la famosa ley de la extrapolación.... si beben, no esquíen.

Una panda de Willies
Ambientazo en la cumbre de la estación.

Una beautiful snowboardista que me encontré por las pistas
Un zumbado que no paraba de bailar y de moverse like Jagger...

Por la noche, nos mezclamos con la juventud divino tesoro suiza, y nunca olvidaré esa abuela ebria que pasaba por ahí y decidió tirarme un cubo de basura, como lo oyen, mientras pedíamos el Kebab más caro del mundo mundial. A la abuela, le recomendé educadamente que dejara de ingerir alcohol, pero creo que no me hizo mucho caso. Seguro que sus riñones siguen a día de hoy negándose a trabajar.

En fin, que fue un SW divertido e inolvidable, y aunque ya hace un año de esto, he querido sacarlo del baúl de los recuerdos y compartirlo con todos ustedes.

Próximamente, concluiremos el recorrido alpino desplazándonos todos juntos al sur de Alemania, Oberstdorf, donde recuperaremos a dos personajes estelares (Oscaaaarrrrrrrrrrrrrrr!!!!), y tendremos alguna incorporación sorpresiva. Así que 'stay tuned'.

Entretanto, cuídense y ya saben, en caso de duda, no se compliquen demasiado...

Salecrem!

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